viernes, 9 de diciembre de 2016

Casa de Arena y Niebla



CASA DE ARENA Y NIEBLA

Finalmente ha quedado concluido el corto "Casa de arena y niebla".
Un proyecto que ha ido transformándose desde su concepción inicial en cuanto a la composición del imaginario pero manteniendo los conceptos con los que se iban a trabajar.
Está dividido en dos capítulos de cerca de seis minutos cada uno y concebidos para que funcionen tanto unidos como videos independientes.
El audio será compuesto por el gran Javier Piñango.


CASA DE ARENA

"En la película “La mujer de las dunas” de Hiroshi Teshigahara, basada en “La mujer de la arena”  obra del novelista y dramaturgo japonés Kôbô Abe, se abordan los temas de: la opresión, el aislamiento, el desarraigo, la alienación del ser humano, la naturaleza y la libertad de elección, entre otros. En esta obra, la arena es un factor omnipresente y posee numerosas interpretaciones visuales. Su imagen se convierte en una alegoría de una sociedad opresiva, fuente de poder, que intenta someter al individuo, acabar con posturas disidentes, y le arrincona en muros de aislamiento. También representa una metáfora de una temible colectividad donde la identidad personal y los propios deseos son elementos secundarios. La conciencia del grupo y la supervivencia comunitaria predominan sobre los sentimientos individuales.  El aislamiento del individuo en la sociedad contemporánea.  la adaptación del ser humano a los imperativos de la existencia y a la realidad del medio . 

En la mitología griega, Sísifo, rey de Corinto e hijo del dios Eolo, fue condenado por Zeus a transportar, hasta el final de los tiempos, una gigantesca piedra hasta lo alto de una montaña, en la que nunca lograba depositarla, pues la roca volvía a caer nada más alcanzar la cima, como eterno castigo. Como este personaje mítico, la mujer está obligada a realizar la agotadora tarea de sacar la arena caída durante el día, llenándola en cubos que los miembros de la comunidad le bajan desde el exterior"

La mujer de las dunas, de Hiroshi Teshigahara, y el mito de Sísifo
Orlando BETANCOR
Facultad de Derecho, Universidad de La Laguna
obetanco@ull.es


En “Casa de Arena” la acción se desarrolla en un espacio irreal, utópico , onírico, abierto y cerrado, entre la luz y la oscuridad. Y al igual que Sísifo se vierte y recoge la arena en un proceso interminable. Las certezas, las posesiones, los deseos terminan por ser arena que se guarda y vierte con la esperanza puesta en una realidad que se descompone. En estos tiempos nada hay de cierto, todo se desgrana antes de tomar consistencia.




CASA DE NIEBLA




La niebla, símbolo de lo indeterminado, transición de un estado, lo indeciso y  lo fantástico, materia prima del universo. Niebla, un estado mental.

Cuando queda invadido por la niebla y el horizonte es un punto imaginario roto por el rugir del mar detrás de un muro líquido, se camina en suspensión, inmerso en un interrogante contestado por la fantasía, la cual construye mundos imaginarios no exentos de inquietud, atrayentes como imanes hacia espacios utópicos. Una disolución del cuerpo entre los millones de partículas que se pegan a la piel como un manto húmedo. Dentro de un todo y la nada.

La casa pensada y deseada como refugio es asaltada por la arena y la niebla, todo es un magma en movimiento dentro de un espacio acotado. Una enorme bola líquida que cierra todos los ángulos. Sin mirada hacia un horizonte inventado, se convive entre la arena y la niebla, desarrollando acciones rutinarias, repetitivas, como autómatas. Todo es real, todo es imaginado.